Descripción
En el libro Nada me faltará: 30 meditaciones sobre Salmos de esperanza, encontramos meditaciones sobre el grandioso libro del Antiguo Testamento, escrito en gran parte por el Rey David.
La Esperanza es mantener el optimismo ante las situaciones de dificultad que atravesamos.
Charles Spurgeon, el famoso predicador del Siglo xix, alguna vez dijo: «He aprendido a amar las olas que me golpean contra la Roca eterna».
El sufrimiento tiene una cualidad única de mostrarnos nuestra necesidad de Dios, ¿no es así? Primero, nos desestabiliza de las cosas que pensábamos que perdurarían para siempre.
Luego, nos muestra lo frágiles que son los ídolos de nuestro corazón.
Si estamos en Cristo, nos lleva a la Roca eterna para anclarnos en Él y recordarnos que Él es nuestro inconmovible sostén en la tribulación.
Libro Nada me faltará y los salmos
El libro de los Salmos es, en su mayoría, una colección de respuestas piadosas a las olas de esta vida.
En ellos encontramos a personas vulnerables que nos hablan de su experiencia con el dolor, la ansiedad, la depresión y el temor.
En los Salmos encontramos oraciones inspiradas por Dios que nos enseñan que Él se complace en escucharnos en nuestra fragilidad.
Oraciones como «Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí?» (Sal. 42:9) y «Me has puesto en el hoyo profundo, en tinieblas, en lugares profundos» (Sal. 88:6) son bienvenidas ante el trono de la gracia.
Parte de lo que significa amar a Dios con todo nuestro corazón es precisamente llevar nuestra alma tal y como está delante de Él.
En ese sentido te animamos a que uses estos devocionales de esperanza en los Salmos como una guía de oración y una brújula ante tu propia situación.
Mi oración es que, al pasar por aguas turbulentas, estos devocionales puedan recordarte en Quién estás parado, y puedas decir como el salmista: Nada me faltará.